Hay días, como el de hoy por ejemplo, en el que mandaría casi todo a la mierda. Las dos últimas semanas fueron pesadas para mi. Por un lado, porque mi compañero de trabajo se tomo ese tiempo para vacacionar y ciertamente me cansé física y mentalmente. Por otro lado mi amiga, la del alma me contó que esta embarazada. Una situación difícil, pero esta creciendo en su panza. Sentí gran impotencia por no poder correr y abrazarla fuerte. Fue justo en el día del amigo, había decidido no escribir, ni mandar mensajes, pero cerca del final de la jornada, sucumbí y escribí. Se me movió toda la estantería. Me acorde de todo lo que esa gente a la que le envié en mail, pasó conmigo. Cuando nos reímos, cuando lloramos, nos emborrachamos, nos quedamos hasta tarde tomando mate, estudiamos y demás cosas que suelen hacer los amigos. Recién este año me dí cuenta de cuanto los extraño.
Pero no termina acá, Christian perdió a su abuela, después de cursar esa puta enfermedad que es el cáncer, como lo hizo mi abuela hace 11 años, falleció. Y reconozco que el dolor fue doble, porque el sufre e indefectiblemente me remite a lo que viví, y me recuerda lo mal que me llevo con la muerte.
Además y para cerrar la semana, me topé con un abogado mediatico muy ignorante y con un sociólogo que me contó una película para explicarme el suicidio ...
Por suerte, me conseguí la segunda de Millennium
No hay comentarios:
Publicar un comentario