viernes, 30 de septiembre de 2011

To the Moon and Back


Tranquila por fuera. La semana se pasa cada vez más lento, será que otra vez necesito vacaciones. Depende, depende del tipo de vacaciones que este deseando. Básicamente quisiera tomarme un tren, un avión, un cole, un taxi, un submarino, una nave espacial e irme lejos, tanto como se pueda.

Qué me llevaría? Lo primero y de lo que no me separaría por nada en el mundo, mi razón de ser. También se iría conmigo el MP4, cargado de música de la buena y de la mala, porque uno nunca sabe cuando la va a necesitar. Algunas fotos o lo que es mejor, captaría la voz de los que quiero en el mismo mp4, diciéndome cuanto me quieren, como lo hace mi mamá todas las noches cuando corta la comunicación telefónica.

Debería llevar un libro, pero tan solo por el que dirán, los eruditos y quienes pretenden parecer cultos, lo podrían primero en su lista de necesidades en caso de irse a una isla desierta. Pero si hay que elegir me inclinaría por un Elige tu propia Aventura, porque no debe haber nada más triste que una novela con final conocido cuando empezas la relectura o uno de Bernado que te dice como se soluciona tu vida, con tips para llevarte bien con los que te rodean. Decido el libro no va! A lo sumo un block tipo esquela bien gordito, lápiz y sacapuntas.

Me llevaría una bolsa grandota de caramelos, pero sin los rojos, esos no me gustan, aunque sí hay, supongo que se sentirán tranquilos, me los comeré al final.

Si pudiera optar, también me llevaría algunos recuerdos y borraría tantos otros, para no viajar cargada. Me llevaría el del verano del 92´, el 17 de noviembre de 2000, el 18 de noviembre del 2006, el 15 de abril de 2004, el 03 de diciembre de 2010.

Si pudiera olvidar, se esfumarían el 11 de septiembre de 2001, el 12 de noviembre de 2001, el 5 de septiembre de 1999 y alguna persona que no quiero recordar, pero si no lo hiciera no lo escribiría. Dejaría mis miedos, no esos que tenemos todos, sino los que no suelen ser normales, los patológicos. Debe haber mucho más, pero pretendo ser sintética. De síntesis, no de plástico.

Se llenó mi mochila, asique será hora de ir partiendo en este viaje imaginario que tiene frecuencia diaria de ida y vuelta. Algún día me animo, compro de ida y cambio el destino. Próxima estación, esperanza!